La mediación de lectura como instrumento de transformación social


(Trujillo, Perú)

Empecé mi proceso lector desde el vientre de mi madre, cuando me leía los clásicos de los hermanos Grimm y cuando se cansaba dejaba correr los audiolibros de una colección de casetes. Aunque los recuerdos de mis primeros años de vida fueron los cuentos que me leía como “Ricitos de Oro” y “La Caperucita roja”. Luego, a los 9 años, redescubrí la lectura cuando mi papá me trajo el libro “Amigo se escribe con H” de María Fernanda Heredia. Era un libro que llegó a mis manos en un periodo preciso, porque justo como Antonia, la personaje principal del libro, estaba experimentado mi primer amor, que luego fue mi primer desamor también, la frustración, el acercamiento hacia amistades con varones, y la pubertad asomándose en mi vida. Es de los libros que más atesoro y que aún guardo, con hojas amarillas, garabateadas y la portada con “mil grietas” por las dobleces a través de los años. En secundaria, tuve la suerte de que mi profesora de Comunicación en 5to grado, nos dé un plan lector que contenía 18 libros con autores nacionales e internacionales. Terminé la secundaria feliz. 

A los 22 años, cuando estaba olvidando el entusiasmo por la lectura por lecturas universitarias densas y teóricas, conocí Biciteca, un grupito de chicos y chicas que pasaban por todo centro cívico, subían por las calles de Pizarro en un triciclo con una caja grande y al llegar, tendían una manta con libros y los prestaban abiertamente en la plazuela La Merced, a media cuadra de la Plaza de Armas de Trujillo. Ahora, a los 25 años y un poco más de 3 años que llevo en Biciteca, no solo hemos pasado por la plazuela, sino también por Huanchaco, Laredo, El Porvenir y Jardín Botánico. Ya no solo prestamos libros, también leemos juntos, compartimos reflexiones y silencios con grandes y pequeños. Ahora somos cocreadores de significados con cada lectura que realizamos, y tenemos un rol más grande, la de brindar una apertura constante al diálogo y la escucha, la de construir competencias lectoras y hábitos de lectura. Lo más importante, como mediadora, me he involucrado más en la comprensión de los significados que voy identificando durante la lectura y que son complementarios y enriquecidos con la de las y los pequeños, regreso a mi yo de 9 años. 

Expresé mi experiencia lectora primero, porque de por medio siempre hubo alguien que me incitó a leer, como un mediador de lectura, y encontré en Biciteca, cómo ser una. Sin embargo, no todo se aprende a través de la práctica y de manera experimental, el entusiasmo no es suficiente, también es necesario fortalecer constantemente nuestros conocimientos y aprendizajes en un mundo que va asimilando más y más información, sobre todo si queremos formar lectores en un país complejo y diverso. Es por ello que a medida que se nos han presentado posibilidades de asistir a cursos, talleres, seminarios, estamos predispuestas a hacerlo.

Especificar que la ciudad de Trujillo es la tercera ciudad más poblada del país, y, sin embargo, los espacios de encuentro que posibilitan el desarrollo, o que promueven la lectura como práctica sociocultural, son poquísimos. Nuestra biblioteca municipal se encuentra en las instalaciones de una piscina municipal, en un área limitada de recursos. Frente a esta realidad, es necesario promover y fortalecer espacios alternativos, públicos y comunitarios que complementen el rol que debería tener la biblioteca en una sociedad, el rol como institución transformadora y motor de desarrollo en la comunidad. 

“Una biblioteca no se mide por el número de metros cuadrados de su edificio, ni por la cantidad de servicios, ni por el número de usuarios o de préstamos, tampoco por los reconocimientos públicos que reciba, sino por la respuesta que da a una pregunta de su comunidad”.

La biblioteca imaginada, Gonzalo Oyarzun.

Aportando nuestro granito de arena, en Biciteca hemos optado por hacer del Jardín Botánico, un espacio de confianza y hospitalidad para promover el acercamiento de las familias, nuestro público objetivo, hacia el libro y la lectura. Y especialmente, fomentar la réplica de nuestras actividades para generar una bola de nieve de conocimientos, generando nuevos mediadores y mediadoras de lectura.

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Una respuesta a “La mediación de lectura como instrumento de transformación social”

  1. Hola María Isabel, que bonito tu relato personal con los libros y como lo enlazaste con tu rol de mediadora actualmente, y puedo sentir como transmites ese interés por la lectura. Y esa cita de las bibliotecas y cómo medirlas me pareció un interesante aspecto, y me hace pensar también en la acumulación de libros asociados a un buen lector. Saludos!

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